La energía sexual es un río de Fuego y Tierra que nos atraviesa desde el chakra Raíz, revolviendo las tripas y arrollando todo lo que se interpone a su fuerte caudal de envergadura. Es la fuerza de la Vida que obstinadamente busca su cauce natural para la concreción de la materia y el placer tántrico que nos completa. 

Es necesario el deseo, es el vehículo fundamental. El deseo sexual es un impulso, una fuerza que nos mueve al encuentro íntimo con otras personas ; nos lleva a relacionarnos y compartir intimidad manteniendo relaciones afectivas y sexuales, disfrutando de momentos especiales y sintiendo placer. El deseo junto a la atraccion y el enamoramiento constituyen un magnifico  recurso de nuestra sexualidad. En la construccion de nuestro potencial y desarrollo sexual es fundamental distinguir entre lo sexual y la genitalidad, para llegar a la plenitud evitando prejuicios y aceptando la diversidad. Las condiciones biologicas que se transmiten geneticamente es solo una parte de nuestra sexualidad, que se construye a lo largo de toda nuestra vida.

El deseo es como un signo y es un recurso del aparato sexual para la realización. Diferentes factores y eventos de nuestra vida pueden desordenar esta corriente de deseo y satisfacción; instalando trampas de miedo, frialdad, repulsión y hasta dolores físicos.

Estas flores no son afrodisíacas, ni pretenden serlo. Este preparado tiene las esencias que nos conectan con la fuerza natural que por alguna razón se ha debilitado o nunca pudimos sentir. El juego y el fluir con el deseo y abrirse al encuentro del otro o de la otra, es una danza maravillosa que a veces nos perdemos por la simple torpeza de creer que no estamos invitados a esa fiesta.