En el chakra 2 empieza un proceso que nos lleva al movimiento continuo. Esta fuerza inmanente ahora nos pone en un plano de acción que se transforma en «obrar». Cuando no se activa este movimiento, se obstaculizan seriamente nuestras capacidades personales, el uso consciente de nuestro derecho a obrar y a tomar la energía de la tierra. Es lugar de los sentidos físicos y la realidad del mundo material. Empezamos a entender el sentido de la justicia y la voluntad de dar a los otros lo que les corresponde desde mi materialidad. Pensar y obrar con justicia. En este centro energético se genera el sentido de la vida como inteligencia universal de la existencia; siendo algunas veces el lugar del sin sentido. En este espacio se levanta la cabeza para salir de la abulia, dejar la máscara que nos oculta. Poner en movimiento esta rueda interminable nos libera de una imagen equívoca de nosotros mismos y nos podemos ver tal cual somos. Este es un lugar para soltar el pasado y hacer posible el desapego que nos lleva hacia la verdadera libertad.