La bruma etérica del cuerpo emocional toma la energía de la expresión y de la proyección.  La garganta es una encrucijada aero-digestiva en forma de caldera. Todas las emociones que bloquean nuestra garganta, necesitan un lugar de escape que viene de lo más profundo del ser. Cuando se bloquea esta cruceta en nuestro cuello, frecuentemente son emociones o situaciones que volvemos a «tragar» y no podemos aceptar. Las emociones se amplían, se desmadran y se somatizan, hasta el dolor que se sufre en el cuerpo físico. A veces el dolor nos impide hablar, a veces la garganta se cierra para dejarnos mudos. Este es el lugar de paso, entre el corazón y la cabeza; entre el amor de nuestra vida y el amor Superior. Es la zona del plexo-solar, el timo y la garganta.